Galletas decoradas para bebé.

¡Por fin ha llegado el día! ¡Publico una entrada de galletas!

En Navidades hice un desastroso intento de hacer galletas… Nos las comimos… Estaban buenas, pero la glasa fue un desastre.

Y no nos engañemos, hacer galletas cuesta. Hace poco volví a intentarlo y me salieron unas galletas mas decentes, así que este fin de semana he vuelto a hacer otra tanda 🙂

La receta es la del rincón de Bea, con unas pequeñas variaciones, aquí tenéis un tutorial genial que hizo Bea, seguro que os viene genial, si no lo conocéis aún.

Receta de galletas de mantequilla (unas 30-35 galletas de 7cm):

Ingredientes:

  • 250 g de mantequilla a temperatura ambiente
  • 250 g de azúcar glass tamizado
  • 2 huevos talla M
  • 650 g de harina tamizada
  • 1 chorrito de leche
  • 2 cucharaditas de aroma de vainilla

Preparación:

Batir la mantequilla a velocidad media durante 2 minutos. Cuando este suave, ir añadiendo el azúcar glass poco a poco a velocidad baja. Cuando este integrado, sube a velocidad media y bate unos minutos hasta que la mezcla blanqueé.

Añadimos los huevos y el aroma. Cuando se integren, iremos añadiendo la harina poco a poco. Si la masa se empieza a desmigar, añadimos un chorrito de leche, de forma que vuelva a unirse.

Cuando tengamos la masa lista, la separamos en 4 partes, y ponemos cada trozo entre dos papeles de hornear. Lo estiramos con el rodillo lo mejor que podamos, dejando un grosor de aproximadamente 5mm.

Guardamos las «planchas» de masa en la nevera, mínimo 3 horas, yo lo dejo de un día para otro, porque así es menos pesado.

Pasado este tiempo, precalentamos el horno a 180ºC, sin ventilador, por arriba y por abajo.

Elegimos los cortadores, yo use estos, y cortamos las galletas. Las metemos en el horno, aproximadamente 15 minutos, dependiendo del tamaño de las galletas.

Luego las dejamos enfriar en una rejilla.

Los recortes podemos volverlos a estirar, enfriarlos un poco en la nevera, y repetir el proceso.

Una vez están frías, es el momento de decorarlas. Podemos hacer glasa, o bien comprar un preparado, al que solo hay que añadirle agua. En este caso, fui por el camino más rápido, y utilicé el preparado 🙂

Todavía me queda mucho por aprender, pero por algo se empieza!

Seguro que a partir de ahora, os voy enseñando mas galletas, que además se trabajan bien a pesar del calor.

 

Aquí me despido por hoy, a los que ya estáis de vacaciones, disfrutad del verano, y a los que aún os queda como a mí, ¡que os sea leve la semana!

william: